Blog personal de Diego de Haller
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Android y iOS: según mis necesidades

Imagino que este es uno de los temas más discutido en la mayoría de los blogs (junto con Windows versus Mac versus Linux). Ya de entrada, os adelanto que si lo que esperáis es que os diga que uno es mejor que el otro o que el otro es mejor que el uno, no sigáis leyendo. Decantarse por uno, de manera objetiva, es casi imposible. Dejo el casi porque se suele decir que Impossible n’est pas Français, y vale que esto es castellano, pero en fin, para este caso vale. Para los curiosos, esa frase era de Napoleón.

El punto de vista de este post es más bien otro. Cuento como después de tener un iPhone desde el modelo 3G hasta el 4, durante 4 años, unido a que tengo el primer iPad que salió y desde hace no mucho el último, he podido pasar a Android, en lo que al terminal móvil se refiere.

Para los que no quieran leer hasta el final, ya que es largo, este es el resumen: Android 4.x va bien, comparable a iOS 6 (Beta hasta el momento de escribir este post). Lo que haces con uno, lo puedes hacer con el otro. La diferencia radica en la usabilidad, en la costumbre y, lo más importante, lo que nos guste a cada uno.

Sin más, empecemos con un poco de contexto.

Llevo con un móvil GSM desde el año 95, cuando Movistar empezó a ofertar el servicio, quitándole en poco tiempo (según iban aumentando la cobertura) el mercado a Moviline (antigua telefonía móvil). Eran tiempos en los que hasta podías elegir número, que empezaban por 909 y luego años más tarde cambió a 609 y demás. Con esto, quiero decir que he tenido muchos terminales GSM, desde el Motorola Startac hasta el HTC One X que tengo ahora, pasando por varios Nokia, Alcatel, Ericsson, Sony-Ericsson, HTC, iPhone, etc. Hasta que llegué al iPhone, casi siempre acababa cambiando de teléfono a los 6 meses, máximo 12. Eran teléfonos que no eran capaces de crecer contigo, de ir incorporando nuevas funcionalidades y, por lo tanto, acababan anticuados rápidamente. También es cierto que el mercado avanzaba a un ritmo imparable, y cada poco tiempo teníamos nuevos modelos con nuevas funcionalidades que nos creaban esa necesidad de querer tener más cosas.

Con el iPhone y su iOS, como digo, todo cambió. Estuve con el iPhone 3G dos años, hasta que salió el iPhone 4. Su mayor atractivo: la App Store. Es lo que le daba vida al cacharro. Apple no se contentó con crear un terminal estupendo en cuanto diseño y funcionalidades que junto con el iOS exprimían al máximo. Eso ya lo hacían Nokia y demás. La diferencia fue que crearon la App Store, supieron atraer a los desarrolladores creando un entorno para programar aplicaciones para iOS y con un atractivo interesante en lo económico.

Con este escenario, Apple pronto se hizo con gran parte del mercado, y, lo mejor, que los usuarios estaban cada vez más contentos. Muchos de ellos conocieron Apple a través del iPhone, y a raíz de eso adquirieron otros productos. Pero eso es otra historia que no tiene que ver con este post.

Cuando Apple lanzó el iPhone 4, fui directo a por él. Era un cambio enorme en cuanto a hardware y, junto con la nueva versión de iOS, conseguía atraer a los antiguos usuarios y a los nuevos. Yo pensaba aguantar con el 4 hasta que saliera el 5, o como todo el mundo cree que se llamará, el nuevo iPhone. Pero Apple, en lugar de anunciarlo en verano, como nos tenía acostumbrados, no decía nada acerca del terminal y, lo que es peor, no se sabe muy claro qué mejoras traerá con respecto a los competidores. El iPhone 4S no fue más que una leve actualización del 4 que en cuanto se compara con otros terminales se queda atrás rápidamente.

Así que estaba ya con las ganas de que saliera el iPhone 5 cuando me encuentro con la necesidad de adquirir un nuevo terminal para Olga, con las siguientes condiciones/requisitos:

  • Tiene que ser libre (o se tiene que poder liberar) para poder usarlo con otras SIM.
  • Tiene que ser estilo iPhone, con capacidad para grabar video, hacer fotos y poder usar redes sociales.

Os confesaré que lo primero que hice fue mirar el iPhone 4S, pero libre sale por un pastón y mi operador en Suiza me hace buenas ofertas, con una limitación: bloqueado, con lo que no puedo usarlo cuando visito España. Con este pequeño problema, me sorprendí a mí mismo viendo los terminales Android, HTC y Samsung más específicamente. Debo decir que hasta entonces mi historia con Android, a través de una HTC Magic, fue desastrosa y la verdad es que no me convencían nada. También es cierto que la versión que yo probé era la 1.6 y que ahora estamos en la 4. También compañeros de trabajo me hablaban maravillas de Android, pero yo siempre decía: nada, como iPhone y iOS no hay nada. Y me equivocaba. Mucho. Como ahora veréis.

Cuando ya decidí lo que quería con Android, fui a por el HTC One X. Y me lancé a trastear un poco. En poco más de una hora lo liberé y le puse otra ROM, que luego acabaría quitando y poniendo por otra. Entre tanto, he pasado momentos críticos pensando que había dejado inutilizado el terminal, poniendo ROMs que no iban nada bien, etc. Pero ahora, después de casi un mes con el terminal y tres semanas utilizando la misma ROM, puedo decir lo siguiente:

Wow!

Android 4.04, la versión que tengo, está al nivel de iOS 6 Beta (obviando los fallos de la Beta, claro). Del hardware del terminal, no puedo decir nada, puesto que el HTC One X es bastante más reciente que el iPhone 4 y por lo tanto tiene más cámara, más micro, más memoria, más pantalla, más batería, … Así que me concentro en el sistema operativo.

Si volvemos un poco atrás, hablábamos sobre la App Store de Apple y lo que ayudó a que el iPhone tuviera el éxito que ha tenido y tiene. Pues Google no fue tonto, e hizo lo mismo. Google Play (del nombre ni hablamos). Un acierto. Así de claro. Facilitó que los desarrolladores hicieran apps para Android, y al final lo que tienes en iOS lo encuentras en Android, quitando algunas apps de las que no he encontrado versión en Android pero sí otra que hace lo mismo (por ejemplo, Photosynth).

¿Usas iCloud? En Android tienes integración total con Google Docs, Dropbox e incluso Skydrive de Microsoft.

¿Grabas video, haces fotos y las compartes con distintas aplicaciones? Con Android puedes, e incluso puedes cargar en la memoria del teléfono una foto o un video y luego compartirlo con las distintas aplicaciones que quieras.

¿Instalación/actualización de aplicaciones? Con Google Play, todo fácil y simple. Incluso vía web en tu ordenador puedes instalar aplicaciones en el terminal. Esto con iOS también puedes, pero pasando por iTunes, que es un poco engorroso.

¿Redes sociales como Path, Twitter, FB, Pinterest, pon-la-que-quieras? Todas están disponibles para Android.

En resumidas cuentas, todo lo que haces con iOS se puede hacer en Android. Y entonces, ¿qué cambia? La manera de hacerlo y su interfaz. Ejemplo: aplicaciones que no hacen exactamente lo mismo que se puede hacer en iOS, SBB/CFF es una de ellas. Pero, eso es culpa de Android? No, es del desarrollador. Quizás podamos decir que parte de la culpa sea que hacer lo mismo en ambos sistemas requiere una complicación extra en Android.

Por supuesto que Android tiene cosas que mejorar:

  • No puedo enviar videos de más de 12 MB por Whatsapp, aunque aquí de nuevo habría que ver si es limitación de la app en sí.
  • Estabilidad: por naturaleza, iOS es más estable que Android. Si encima añadimos que uso una ROM no oficial, perdemos un poco de estabilidad. Eso sí, no he visto cosa más inestable que un iPhone con jailbreak. Así las cosas, podríamos decir que el orden por estabilidad sería:
iOS >; Android >; Android no estándar >; iOS Jailbreak
  • Calidad de construcción del terminal, achacable a cada fabricante.
  • Manejo del reproductor de música o de Spotify a través de los auriculares: no puedo ni regular el volumen…

Cosas buenas:

  • Libertad para compartir fácilmente cualquier archivo con cualquier aplicación.
  • No tener que usar iTunes
  • Puedo enviarme fotos o videos al móvil (con el cable USB) y grabarlos en mi carrete de fotos si quiero.
  • Capacidad de adaptarlo a mis necesidades, en lo que a configuración visual se refiere.

Si habéis llegado hasta aquí, gracias. Ya, para terminar, que se está alargando más de la cuenta, os diré que al final el que iPhone con su iOS y otra marca con Android vaya mejor o peor es cosa vuestra. Depende de vuestras necesidades. Mis necesidades actuales están cubiertas con Android. Y también lo están con iOS. Tengo esa suerte. Hay cosas que hacía con iOS y que con Android no puedo, pero no son esenciales para mí, así que, de momento, este será mi terminal.

Si tenéis cualquier duda o pregunta que no veis respondida aquí, adelante con ellas en los comentarios.

9 ideas sobre “Android y iOS: según mis necesidades”

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