Con este original nombre, encontramos quizás un juego tonto, muy tonto, pero muy adictivo. Las risas que se puede echar uno mientras está esperando a que las cosas salgan bien. Casi que cuesta dejarlo, jeje.
Echadle un ojo, pero cuidado, que he avisado: es un vicio. Luego no me vengáis con quejas ni le digáis a vuestro jefe/a que no trabajáis por culpa mía 😉
Visto en Presse-Citron