Blog personal de Diego de Haller
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Vacaciones II

Bueno, estando en Nueva York, con algo de tiempo, me dispongo a contaros algunas cosillas. La verdad es que no sé por donde empezar, porque desde el sábado han pasado muchas cosas (todas buenas, eso sí) y sólo han sido cuatro días desde entonces. De cualquier manera, trataré de empezar por el principio, y a ver qué tal.

Llegamos a Chicago el sábado a eso de las 13:30, día no muy caluroso y que de hecho prometía lluvia (y se cumplió luego por la tarde). Una amiga nos vino a buscar y marchamos hacia el metro, que tiene linea directa con el Aeropuerto de O’Hare. Aprovecho para darle las gracias por su hospitalidad, ya que nos acogió en su casa y se preocupó de tener todo listo. Vamos, mejor que en un hotel de cinco estrellas. Así que muchas gracias Té.

Una vez en casa, nos pegamos una duchita, comimos y aprovechamos la tarde para ver parte de lo que quedaba más o menos cerca de donde estábamos (al lado de Michigan Ave con el río). Nos cayó una buena tromba de agua, pero bueno, se agredecía porque después del calor de Washington DC, un poco de fresco nunca viene mal.

Al día siguiente, paseíto hasta el estadio de los Cups de Chicago por Lake Shore Dr. Parece una playa, pero es el lago Michigan, con sus olas y todo. Comimos por ahí y luego de vuelta ya acortando por Clark St. En total, más de 16 kilómetros de paseo.

El lunes ya fue más tranquilo, en parte debido a que estábamos cansados y a que nuestra amiga Té no nos acompañaba (lo que tiene el trabajar, jeje). Así que aprovechamos para visitar la Torre John Hancock, de 95 pisos. Lo malo es que había niebla y al subir no se veía nada. Una pena :-(. Para comer fuimos a Giordanos, famoso sitio en el que dicen que hacen las mejores pizzas. Y buena estaba, sí. Pero menudo mazacote. Parecía una tarta (para los curiosos, fotos hay más abajo, en el set de Flickr). Luego yo aproveché para ir a ver a unos compañeros de la oficina de Chicago y dar un poco de envidia, jeje. Y luego ya en la tarde pequeño paseo y a comer a la Cheese Factory. Hacen unas tartas de queso buenísimas, que llenan mucho. Y la comida no está del todo mal tampoco. Vamos, que podemos decir que en Chicago no pasas hambre.

Y ya está. El martes fue día de preparativos, comer con Té y unos compañeros y hale, hacia el aeropuerto. Me he dado cuenta de que soy adicto a Internet, ya que pagué 5 dólares por tener acceso a la red durante las 3 horas y pico que nos tocó esperar… Lo sé, lamentable. Pero dicen que el primer paso es reconocerlo, aunque yo no me quiero curar -jaja. No concibo un ordenador portátil sin acceso a Internet. No vale para mucho.

Hoy miércoles en Nueva York, hasta el sábado. Pero ya os contaré detalles en la próxima entrega, que seguro que más de uno se ha dormido al leer esto. Sobre las fotos, iré añadiendo poco a poco más al set.

¡Saludos!

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